Biodanza

La Biodanza nos lleva con la música al encuentro con el otro, para así dar paso a conectarnos con todos, y asi comenzar a crear un red cargada de afectividad, que nos va llevando poco a explorar sensaciones olvidadas o a descubrir nuevas sensaciones.

Según su creador, las personas hemos perdido la capacidad para reencontrarnos con nosotros mismos, debido a los convencionalismos y a la represión educativa. El objetivo de la biodanza es devolvernos el saber genuino de conectar con nosotros, con los demás y con el entorno, para recuperar, así, la alegría.

La Fundación Biocéntrica Internacional, asegura que la biodanza clasifica las vivencias en cinco grandes conjuntos expresivos del potencial humano.

• Vitalidad. Tener energía para encontrarse en el mundo, con equilibrio entre acción y calma.
• Sexualidad. El deseo y placer, la ganas de vivir y disfrutar la sensualidad.
• Creatividad. Practicar el arte de vivir, capaz de expresar y embellecer el estilo de vida.
• Afectividad. Sentir el respeto y la ternura, la capacidad para dar y recibir el amor.
• Trascendencia. Conectar con el género humano y con la naturaleza (éxtasis en síntesis).

El sistema biodanza se inspira en el ser humano; en como favorecer su crecimiento y desarrollo a través del movimiento, de la música, del contacto, siempre estimulando el amor propio y el amor por la vida.

Parte de lo que sucede en una sesión es evocar el respeto y conexión con uno mismo y con lo que somos parte, nos alienta a que afectuosamente valoremos y cuidemos la vida.

Una clase de biodanza es una ceremonia, en donde el espacio es amorosamente cuidado y cualquier emoción es bien recibida.

¿Sabías que puedes sanar tu cuerpo físico y emocional danzando?, y a la misma vez tus potenciales de vida se activan hasta poder hacerse uno con el universo.

En una sesión de biodanza, el enfoque es activar tus partes emocionales sanas, fortaleciéndote y así expresarlas en todo su potencial para lograr lo que deseas.

Cada clase te ofrece la oportunidad del autoconocimiento, de reconocer tu capacidad de amar, de dar afecto, tanto a ti como a los demás.

Al corazón que quiere sentir el contacto se le hace difícil pasar por estos momentos, pero eventualmente volveremos juntos a conquistar nuestro derecho de abrazarnos, sentirnos, mirarnos, cuidar de nosotros mismos y del prójimo, ser conscientes de nuestro entorno, de nuestro mundo.

Te invitamos a danzar la vida, a sentir la vida y a cuidar de ella, para así juntos crear un mundo de paz.

Seamos agentes de cambio y abracemos al mundo!

¡Bienvenidos a Danzar la Vida!